Siempre me pregunté como sería estar del otro lado de las gradas, saber que se siente disfrutar del triunfo al recibir el premio, levantar el trofeo y dar la vuelta olímpica junto al equipo, o tal vez, ser el jovencito de la película (como decía mi abuela), aquel que finalmente se queda con la más bella y dulce doncella del pueblo, observando juntos el amanecer.
Por mucho tiempo pensé, que no había nacido para eso y mi destino era observar desde lejos como el capitán daba las instrucciones para llegar a la victoria, disfrutar del partido, pero como espectador y nada más, disfrutar de la película sentado, sentir por unos minutos esa emoción y empatía con el protagonista, esa felicidad por el triunfo ajeno, felicidad de ver como las cosas se van desarrollando hasta llegar al final esperado, donde todo funciona misteriosamente y todos son felices para siempre.
Desde hoy en adelante, quiero contar como pude finalmente tomar las riendas de mi vida, el método que use para lograr ser más feliz, quiero entregar al mundo todos los conocimientos que he reunido y sigo reuniendo, espero sean de utilidad para alguien o bien puedan servir para dar un consejo, ya que la tristeza y la angustia es lo peor que puede sentir un ser humano, no tengo la fórmula perfecta, pero sé que tengo que hacer algo por ayudar y eso es lo que quiero plasmar en estas palabras. Como dice el título, la manera de pasar o entrar al equipo para disfrutar del triunfo y quien sabe si a futuro ser el capitán. :-)
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